Eduardo Salazar "pensé que no volvía a ver a mi familia"

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Eduardo cuenta que afortunadamente no tuvo consecuencias ya que tiene un gran apoyo el cual
es su familia y con eso pudo salir adelante aunque fue un momento complicado en su vida.
Tuvo un compañero muy querido  que perdió la vida frente a él debido a que cubrir una guerra es
una situación muy complicada porque las cosas cambian de un día para otro, también nos contó
que pudo observar que la gente vivía muy enojada y que hay mucha hostilidad, en su regreso nos
cuenta que gracias a su familia no tuvo que recurrir a ningún especialista, lo único que lo ayudó a
sobresalir fue escribir un libro el cual lo llamo Todo por la vida al igual que poder dar conferencias y
platicar lo que sucede día a día para poder superar esta catarsis.

Otra situación que nos cuenta es que no le fue difícil regresar a su vida cotidiana como lo decía al

principio es debido a la gran familia y apoyo de seres queridos que lo rodean ya que eso lo ayudó a
no vivir con miedo o con traumas.

Mientras seguía la entrevista Eduardo nos contaba él como su familia lo tomó y él nos dice que
evidentemente estaban muy nerviosos pero que si era su sueño que lo cumpliera y que ellos iban a
estar muy orgullosos de que él se pudiera convertir en un reconocido reportero, sabemos que sus
hijos eran muy pequeños cuando él se fue a cumplir su sueño y en las consecuencias de ese
abandono,sus hijos no lo tomaron nada bien ya que no entendían porque su papá no estaba con
ellos y solo se podían comunicar con él por teléfono satelital y después del tiempo que él estuvo en
la guerra y regresó sus hijos ya no lo reconocían pero gracias a su esposa Oana que fue un gran
apoyo para el , hizo que fuera más fácil él regresó con sus hijos y que no tuvieran el rencor o el
pensamiento del abandono, también podemos recalcar que la ayuda de sus suegros y cuñados fue
de muy buena importancia ya que ellos hacían que el tiempo en él que él estaba en la guerra sus
nietos o sobrinos y hermana o hija la estuvieran pasando un poco mejor y estuvieran concentrados
en otra cosa. En una de las preguntas que se le hizo en la cual pudimos ver que se le brillaron los
ojos fue en la de si lo volvería hacer a lo cual nos contestó con un sí muy extasiado ya que él es un
reportero y eso es su trabajo él informar a los demás los hechos que suceden en la vida y él poder
contar historias en donde la gente necesite que los escuchen, que sepan de ellos y digamos lo que
piensan.

En otros momentos más emotivos fue cuando nos contó sobre su amor o su entrega a su trabajo y
fue que desde niño él tenía muchas ganas de ser corresponsal de guerra porque sabía que con eso
él podía ser un reportero reconocido, ya que él veía películas de niño en las cuales él se identificaba
y decía “yo voy a estar ahí algún día”.

La entrevista transcurría y nos contaba que para él fueron los peores seis meses de su vida ya que no
es nada agradable estar donde están cayendo las bombas y ver como personas cercanas a ti o solo
compañeros de trabajo pierdan la vida y así todos los días de esos largos seis meses. No se arrepiente
ya que él pudo darle voz a muchas personas que no podían y poder contarlas y que se pudieran
transmitir en Televisa y de ahí al mundo pues fue algo con mucho entusiasmo. Él era muy joven
cuando se fue ya que tenía treinta y siete años.

Quisimos adentrarnos y saber cómo fue que él logra ir y no otro reportero que ya tuviera el
reconocimiento que él estaba buscando y fue cuando le dieron la noticia el 25 de enero cuando las
cosas ya estaban muy complicadas entre Estados Unidos y el gobierno de Saddam Hussein, ya que
Estados Unidos acusaba a Sadam Hussein de tener armas de destrucción masiva, de que tenía gas y
que los iba arrojar contra su gente y los gringos estaban necios en ese sentido, finalmente nunca se
encontraron armas pero fue justamente cuando Hans Flix iba a dar su informe de si había armas o no
y pues ahí fue cuando me avisaron que me iba para allá. La noticia llegó cuando se enteró que él era
él único que tenía visa para poder irse y como él lo había buscado desde antes eso fue un gran
avance en el camino para poder lograrlo. 

Y por los últimos minutos de la entrevista le cuestionamos sobre los libros, él que sacó él y él qué
saco Televisa y nos comentó que le gusto mas el suyo ya que la diferencia fue que él estaba allí y
está escrito sobre sus propias vivencias y al sudor de su puño y él de Televisa está escrito en tiempo
pasado y pues no se siente lo mismo. No nos podíamos ir sin preguntarle sobre qué recuerdos le
marcaron de por vida y que esté escrito en su libro “ Uy si claro, bastantes, pero tengo un en
específico en el que falleció un compañero de trabajo que iba conmigo..

Estábamos en la mañana en el hotel donde nos hospedamos, no era de lujo pero si se veía limpio y
un lugar al que irías si el presupuesto estuviera apretado. Realmente lo recuerdo como si hubiera
sido ayer. Era temprano, por ahí de las 8 o 9 de la mañana y afuera ya se sentía el calor del país,
el sol apenas se veía pero no estaba oscuro. De repente suena algo muy fuerte cerca del hotel,
un sonido como si hubieran roto vidrios en mis oídos, todo fue muy rápido en ese momento. 

Y efectivamente una bomba o misil había caído justo en nuestra habitación, se vio como un estallido
rojo y naranja, de pronto todo se nubló, y yo escuché ese sonido de TIIIIIIII en mis oídos, no veía casi
nada, yo pensé que había muerto. En eso todo se empieza a despejar y veo que mi compañero con el
que yo dormía estaba tirado en el piso; lleno de polvo, con heridas en la cara por los vidrios que
reventaron, pero de pronto vi que se estaba moviendo muy poco, fui a ver qué podía hacer, chequé
que estuviera respirando poniendo mi dedo en su nariz. Revise su pulso rápidamente como me
ha dado a entender la televisión: dos dedos en la vena yugular del cuello y también tenía pulso.
Le dije “Ándale párate, ¿estás bien? Vámonos!” Y me contestó que no sentía la pierna, que la tenía
muy dormida, ayude a pararlo como me dio la vida, porque yo también estaba herido pero no
como el, a el le cayó el bombazo haz de cuenta directo porque el estaba en su cama cerca de
la ventana cuando ocurrió. Poco después lo levanté, y lo lleve a las escaleras, una persona que
trabajaba en el hotel estaba viendo si todos estábamos bien, le dije que me ayudara a bajar a mi
amigo por las escaleras y cargarlo. Las escaleras eran azules pero con todo el polvo solo se veían
nubosas. Lo logramos hasta que llegamos al lobby, abajo ya habían ambulancias, todo sonaba muy
alto y yo estaba muy aturdido por los sonidos, no podía pensar en otra cosa más que en mi familia
en esos momentos y que pasaría si yo no hubiera tenido la suerte de seguir vivo. Pudimos subir
a mi amigo a la ambulancia y yo me fui junto con el. Recuerdo que el paramédico venía haciendo
muchas preguntas sobre nuestra nacionalidad e historial médico, yo aún no comprendía por
completo la situación, ¡Estaba en shock de verdad! 

Entonces no le contestaba ninguna pregunta. Llegamos al hospital y lo pasaron a urgencias; un hospital

bastante viejo, se veía descuidado, repleto de gente que lloraba por sus familiares o que habían sufrido
un accidente y también estaban allí, yo sentía un nudo en la garganta. 

Pasaron a mi amigo, y yo esperé afuera. Las sillas eran como esas que ves en las películas y están tan
rotas que se les sale la espuma que llevan dentro, el piso sucio, lleno de polvo y lo único que yo quería
en ese momento era hablar con mi familia y regresar. Pasó un doctor, y lo detuve para preguntar,
obviamente no me hizo caso, hasta que le grité a una enfermera que estaba ahí que me dijera que
estaba pasando. Logró conseguir la información, y lamentablemente él había fallecido. En ese momento
sentí como si una parte de mi se hubiera ido con él, no éramos muy amigos, pero si convivimos bastante tiempo juntos, y saber que alguien que estaba
contigo ya no está por más desconocido conocido que sea te duele”. Y así fue como finalizó nuestra
entrevista y nos dejó con muchos sentimiento y nostalgia y al él lo pudimos ver con un enorme
valor y respeto.